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¿Son seguros los quemadores de grasa durante la lactancia?

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Tras el embarazo, es común haber ganado algo de peso y muchas madres piensan en los quemadores de grasa como posible solución.

Pero, ¿son seguros durante la lactancia?

Hoy, lo analizamos todo en detalle para saber si son compatibles o, por el contrario, pueden suponer un riesgo tanto para la madre como para el bebé.

Conclusiones clave

  • Los quemadores de grasa contienen ingredientes que pueden llegar a ser perjudiciales para el bebé.
  • A través de la leche materna, algunos de estos ingredientes pueden llegar al bebé, provocándole daños.
  • Lo ideal para bajar peso durante el embarazo es tomarlo con calma, hacer ejercicio de forma regular y llevar una dieta saludable.

¿Hay riesgos de consumir un quemador de grasa durante la lactancia?

Hay riesgos de consumir un quemador de grasa durante la lactancia

Aunque muchos quemadores de grasa se vendan como seguros y naturales, su seguridad no está garantizada para un bebé. Y durante la lactancia materna, muchos de los ingredientes que consumen las madres pasan directamente al lactante.

Es por eso que no se aconseja tomar quemadores de grasa ni ningún otro suplemento similar durante la lactancia, y mucho menos sin consultar previamente con un médico especializado.

El problema de los ingredientes

Los quemadores de grasa suelen contener ingredientes estimulantes, como la cafeína (1), que pueden pasar a la leche materna y perjudicar al bebé.

Otros ingredientes conflictivos son la fenilpropanolamina, un supresor del apetito relacionado con diversos efectos secundarios graves (2).

También pueden contener hierba ma huan o fedra. El uso de este ingrediente está prohibido por la FDA (3), pero algunos suplementos que se venden por Internet aún los contienen, por lo que puede suponer un riesgo grave.

Posibles peligros para el bebé

El principal peligro para el bebé reside en que gran parte de los ingredientes que entren en el organismo de la madre pasarán a él a través de la leche materna.

Posibles riesgos de consumir un quemador de grasa durante la lactancia

Como es de esperar, la ciencia nunca ha puesto a prueba lo que estos componentes podrían hacer en el cuerpo de un recién nacido. La cafeína puede hacer daño a un adulto en dosis elevadas (4), por lo que se entiende que puede tener transferencia a un recién nacido.

Es por eso que no se recomienda tomar pastillas para adelgazar durante la lactancia así como ningún otro medicamento que pueda causar daño al bebé.

Posibles peligros para la madre

Para la madre también hay riesgos inherentes en el consumo de este tipo de suplementos. Empezando, por supuesto, con los efectos secundarios.

Desde el nerviosismo o las palpitaciones que causan ingredientes como la cafeína, hasta el accidente cardiovascular o las convulsiones que se relacionan con el consumo de fenilpropanolamina (5). Son riesgos que, sin duda, una mujer no debería correr durante la lactancia.

Además, para producir la leche materna una mujer debe usar una gran cantidad de energía (6), que obtiene de su cuerpo y su alimentación.

Es por eso que durante los meses de lactancia no es recomendable perder una gran cantidad de peso, dado que podría provocar que la madre deje de producir leche.

Alternativas a los quemadores de grasa durante la lactancia

Alternativas a los quemadores de grasa durante la lactancia

En lugar de tomar quemadores de grasa para bajar de peso durante la lactancia, lo ideal es que te concentres en disfrutar de esta etapa tan bonita. Tu cuerpo ha cambiado tras nueve meses de embarazo, y es posible que tarde en volver a cómo estaba antes.

Para poder ir bajando de peso poco a poco, sin ponerte en riesgo ni jugar con la salud de tu bebé, lo más recomendable es que hagas ejercicio y lleves una dieta saludable.

Para acelerar un poco tu metabolismo, prueba a comer pocas cantidades pero con bastante frecuencia. Recuerda que tu cuerpo está trabajando para alimentar a tu bebé, por lo que no deben faltarte nutrientes.

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(1) McCreedy, A., Bird, S., Brown, L. J., Shaw-Stewart, J., & Chen, Y. F. (2018). Effects of maternal caffeine consumption on the breastfed child: a systematic review. Swiss medical weekly, 148, w14665. https://doi.org/10.4414/smw.2018.14665

(2) Clark, D., Layton, D., & Shakir, S. A. (2001). Monitoring the safety of over the counter drugs. We need a better way than spontaneous reports. BMJ (Clinical research ed.), 323(7315), 706–707. https://doi.org/10.1136/bmj.323.7315.706

(3) La prohibición de la FDA casi ha hecho desaparecer la mortalidad por envenenamiento de efedra. (s. f.). https://www.saludyfarmacos.org/lang/es/boletin-farmacos/boletines/ago201503/agencias_regualadoras_9/

(4) Temple, J. L., Bernard, C., Lipshultz, S. E., Czachor, J. D., Westphal, J. A., & Mestre, M. A. (2017). The Safety of Ingested Caffeine: A Comprehensive Review. Frontiers in psychiatry, 8, 80. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2017.00080

(5) Deocampo P. D. (1979). Convulsive seizures due to phenylpropanolamine. The Journal of the Medical Society of New Jersey, 76(9), 591–592. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/295377/

(6) Dewey K. G. (1997). Energy and protein requirements during lactation. Annual review of nutrition, 17, 19–36. https://doi.org/10.1146/annurev.nutr.17.1.19

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