Ingredientes principales de los quemadores de grasa
Cafeína
La cafeína es el ingrediente más común en quemadores de grasa termogénicos, como ya vimos. Se trata de un alcaloide presente en el té y en el café que activa el sistema nervioso central. Habitualmente, se usa para combatir la sensación de cansancio y el sueño.
Este compuesto tiene también un efecto ergogénico sobre el rendimiento. Es decir, obliga al cuerpo a utilizar más recursos para producir energía.
Gracias a ello consigue reducir el uso de glucosa y glucógeno para la creación de energía, potenciando la utilización de la grasa en su lugar.
Esto hace que se estimule la movilización y la oxidación de los lípidos (1), lo cual resulta muy positivo para la pérdida de peso.
L-Carnitina
La L-Carnitina es otro ingrediente que habitualmente contienen los quemadores de grasa. Se trata de una amina cuaternaria que ejerce funciones enzimáticas en nuestro organismo. Además, forma parte de nuestro cuerpo, que la produce de forma natural.
Es decir, es la sustancia gracias a la cual podemos producir energía a partir de la grasa.
Se cree, por tanto, que al aumentar su proporción en el organismo se puede beneficiar a la pérdida de peso acelerando la oxidación de los ácidos grasos (2).
Extracto de té verde
El extracto de té verde debe los beneficios que lo sitúan entre uno de los ingredientes más usuales de los quemadores de grasa a dos componentes presentes en su fórmula química: la cafeína y las catequinas.
Por tanto, al combinar esta función con la que ya hemos dicho que cumple la cafeína, tenemos como resultado un ingrediente que acelera el metabolismo y la quema de grasa de forma efectiva.
Además, tiene efecto diurético y antioxidante, que es beneficioso siempre viene bien para disminuir la retención de líquidos y mejorar la salud.
Jengibre
El jengibre es una especia culinaria que, en los últimos años, se ha comenzado a utilizar en los suplementos para la pérdida de peso por su potencial termogénico.
Uno de sus muchos efectos sobre el organismo consiste en estimular la oxidación de los lípidos, contribuyendo así a la pérdida de peso efectiva (4).
Esta función se ve potenciada al combinarse con otros ingredientes que contengan piperina, como la pimienta negra (5).
Cabe destacar que el jengibre, al igual que otros componentes picantes como la pimienta de cayena, contiene capsaicina, que es un termogénico natural (6).
Garcinia Cambogia
La Garcinia Cambogia es otro ingrediente bastante común en los quemadores de grasa, aunque su utilización está más reñida en el campo de la ciencia.
Este ingrediente contiene ácido hidroxicítrico (HCA), que favorece la inhibición del apetito. Esta función está probada y avalada por estudios científicos (7).
Sin embargo, hay quienes afirman que actúa sobre la lipogénesis, inhibiendo la formación de grasa y colesterol para su almacenamiento.
Este último efecto sí ha sido puesto en tela de juicio por la comunidad científica, por lo que falta evidencia científica para negarlo o confirmarlo (8).
Extracto de cayena
El extracto de cayena es otro de los ingredientes habituales en los quemadores de grasa. De forma natural, esta especia contiene dihidrocapsiato, un capsinoide similar en composición a la capsaicina.
Es este componente el que permite que se eleve la temperatura corporal, acelerando el metabolismo e induciendo la lipólisis en el organismo (9).
Su funcionamiento es, por tanto, similar al de otros ingredientes picantes, como el jengibre.
Cromo
El cromo o, más bien, el picolinato de cromo, es un mineral que se encuentra presente de forma natural en nuestro organismo, y también es un ingrediente usual en los quemadores de grasa.
Es por eso que el cromo se incluye habitualmente en todo tipo de suplementos para la pérdida de peso.
Sin embargo, en este caso no estamos ante un quemador de grasa natural. Más bien, es un supresor del apetito.
Yohimbina
La yohimbina era un ingrediente muy habitual en quemadores de grasa (además de en tratamientos para la disfunción eréctil).
Sin embargo, en 2013 la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) ordenó que se retirasen los productos que contuvieran este componente del mercado (12).
¿La razón? Efectos secundarios graves que iban desde trastornos del sistema nervioso central hasta problemas cardiovasculares.
Aún así, su funcionamiento en el organismo era sencillo. Actuaba como antagonista de los receptores androgénicos Alfa 2, que son los que se encuentran presentes en las células adiposas para evitar la lipólisis.
Al inhibir estos receptores, se puede provocar la lipólisis. Es decir, la quema de grasa. Además, también podía mejorar el rendimiento físico (13).